El pasado lunes 21 de febrero, organizado por la Agrupación Fotográfica Extremeña, y con la inestimable ayuda del Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) tuvimos la oportunidad de contar con la visita de Chema Escribano, reconocido fotógrafo cacereño de enorme proyección.
Nuestro Presidente, Guillermo Gabardino, tuvo el honor de regalar un ejemplar del libro de fondos de la Agrupación Fotográfica Extremeña para agradecer tan ilustre visita.
Tras la presentación de rigor, en la que se hizo una breve exposición del curriculum y palmarés de Chema Escribano, comenzó una entretenida velada audovisual.
Chema Escribano, es un fotógrafo con una larga y amplia trayectoria, que se inicia en los años 60 y es en la década de los 70, afincado en Madrid y mientras estudia arquitectura y arte dramático (facetas que surgirán luego en su obra), donde sigue con su formación fotográfica a través de cursos y empieza a concurrir a muestras y exposiciones, a la vez que publica algunas de sus primeras obras en las revistas Nueva Lente y Arte Fotográfico, publicaciones que eran la referencia fotográfica en la época
En la misma se recorrieron las diferentes etapas por las que el proceso creativo de Chema Escribano durante los cincuenta años de producción fotográfica.
En la charla Chema nos habló de sus diferentes etapas, en las que evolucionó desde la fotografía en blanco y negro al color, en película y en diapositiva, los virados de color, y su inevitable paso a la fotografía digital.
Nos condujo a través de sus estilos temporales, en los que se fijó en diferentes aspectos como los desnudos clonados, la arquitectura, las máscaras, las simetrías y antimetrías, así como los paisajes de desnudos, la relación con diferentes artistas musicales de los 70 y 80, y su especial etapa denominada "el vuelo".
Hizo también parada obligada en sus colecciones de texturas, de diferentes orígenes visuales, como piedras, paredes, puertas o, incluso coches. También las denominadas Arquitexturas, o en los Fragmentos del Patrimonio de la Isla de Cuba, en Salamanca, o del Palmeral de Elche, incluso.
Mención aparte, las colecciones de Graffcity, inspirados principalmente en el barrio madrileño de Malasaña, y un proyecto aún no acabado denominado El autor y su obra, en la que retrata a artistas alicantinos en su entorno creativo.
Tras algo más de hora y media, y tras el oportuno turno de comentarios, dudas y preguntas, se dio por finalizada la exposición.
En resumen, una visita más que interesante, que ha mostrado al público pacense una visión del mundo fotográfico reconocida y admirada, que se repetirá en nuevas ocasiones con otros autores de gran renombre.
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