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  • Foto del escritorA. Bravo

Robert Frank by Enrique Maciá

El pasado lunes 6 de febrero nuestro compañero y amigo Enrique Maciá nos presentó a un clásico entre los clásicos: Robert Frank.

Robert Frank es reconocido como uno de los fotógrafos más influyentes de la historia y marcó tendencia en un momento histórico en que muchos artistas y la población en general se alejaba del academicismo, buscando expresiones artísticas más “espontáneas”.

Poseía un lenguaje fotográfico libre, poético, subjetivo y evocador, alejado de los cánones clásicos que supeditaban la fotografía a un lenguaje más pictórico, técnico y ordenado. No es un autor de fotos “bonitas”, más bien lo contrario. No pretende contener la respiración hasta que aparezca el “momento mágico” como decía Cartier-Breson. El grano, los contrastes, sus encuadres (las personas no son trípodes, dijo alguien …). Aunque sus fotos son básicamente fotos de calle, él no se consideraba fotoperiodista, no pretendía contar historias concretas, sino situaciones en las que se manejaba el ser humano y, tampoco pretendía impartir lecciones morales, dejaba el juicio al espectador.

Expuso en numerosos lugares, la primera vez con 31 años en el MoMA y sus fotos están en importantes colecciones y museos.

Fue miembro de la Academia Estadounidense de Artes y Letras y entre los premios y distinciones que obtuvo destacan la Beca Guggenhaim (1954), el Premio Erich Salomón (1985), la Concha de Plata en el Festival Int. de Cine de San Sebastián por Candy Mountain (1987), el Premio Internacional Fundación Hasselblad (1996), el Premio PhotoEspaña (2007) o el Swiss Press Photo Lifetime Achievement Award (2012).

Los Americanos es su obra más conocida y más importante, que no estuvo exenta de polémicas, y la que le coloca a la vanguardia de la fotografía mundial en ese momento.

Es un foto ensayo sobre la América que no se veía habitualmente. En él plasma su visión, su estilo, su inconformismo con los estándares americanos de la época; al ser un inmigrante podía ver lo que los nativos no podían o no querían ver.

Este libro fue el que le catapultó finalmente a reconocimiento mundial.

Robert Frank nace en 1924 (Zurich, Suiza) y muere en 2019 (Inverness, Nueva Escocia, Canadá). Miembro de una rica familia judía. El padre, de origen alemán, se declara apátrida en la I Guerra Mundial y huye a Suiza, donde se casa y nace Robert y sus hermanos.

Se inicia en fotografía, como aprendiz de fotógrafos y sin estudios reglados, entre el 41 y el 44, como contraposición al ambiente de negocios familiar

En 1946, aún en Suiza, publica su primer libro: “40 fotos”.Es un libro de anillas, realmente un portfolio, sin demasiada unidad temática, solo mostrando las fotos que hacia y ya en estas primeras, en algunas, puede adivinarse lo que seria su estilo, lo que buscaba al hacer fotos. Grano, encuadre fuera de la altura del sujeto, perpectivas … el elemento humano.

Hasta este momento usaba una Rolleiflex de formato medio y dos lentes gemelas.

En 1947 se va de Suiza y visita varios países de Europa sin encontrar oportunidades, a causa de la II Guerra Mundial, por lo que se embarca hacia América y en Nueva York consigue trabajo como fotógrafo de moda en la revista Harper´s Baazar a las órdenes del director artístico de la revista, el fotógrafo ruso Alexey Brodovitch, que le indica que compre una Leica de 35mm con la que trabajará durante años. De todos modos, este trabajo no le satisface y continua haciendo “sus” fotos, en la estela de enseñar lo que le llamaba la atención, que era lo que “no se veía” y comienza en el mismo año a viajar por Sudamerica.

Desde su llegada, además de las fotografías de moda, fotografía su entorno, reafirmándose en las ideas que ya se apuntaban en “40 fotografías”, pero con más solidez. Básicamente, se distingue por el encuadre y perspectiva, el grano, los temas ….

En 1948 viaja por Sudamérica, Cuba, brevemente, Brasil, Bolivia y se detiene mas tiempo en Perú, editando otro portafolio anillado, que utilizará como carta de presentación. Las dos maquetas primeras las regaló a su madre y a su jefe Brodovitch. También más tarde las verá Steichen. Estas dos maquetas originales (que tienen además un orden de fotos distinto) en encuentran en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y la Galería Nacional de Arte de Washington.

En 1951 realiza varios viajes por Europa, alguno con Elliot Erwitt al que había conocido en el primer viaje que hizo, gana algún concurso fotográfico, y el MoMA le compra algunas fotos.

En 1952 viaja a España y se instala en Valencia, en el barrio de El Cabanyal.

En 1953 comienza a preparar sus fotos para la exposición “The Family of Man”, que se inauguraría en 1955. Esta exposición había comenzado a ser diseñada en 1950 por el director del departamento de Fotografía del MoMA, Edward Steinchen, a quien Frank había conocido ese mismo año. Se trata de la mayor exposición fotográfica de la historia.

Constaba de 503 fotografías, de 273 fotógrafos, de 68 países. Se inauguró en Enero de 1955 en el MoMA y posteriormente fue vista en Berlín, Tokio, Montreal, París, etc.

Durante años, hasta 1990, visitó numerosos países y fue vista por más de 9 millones de personas. Steichen pretendía con esta exhibición plasmar mediante el Arte Fotográfico las distintas facetas de la actividad humana.

En ella participaron artistas como Ansel Adams, Diane Arbus, Avedon, Boschof, B. Brand, BrassaÏ, Capa, Cartier Bresson, Doisneau, Dorotea Lange, Irving Penn, August Sander, Eugene Smith, Weston o Gari Winogrand entre otros. No participó ningún español, pero la muestra tubo gran influencia en la fotografía española, entre otros en el grupo AFAL.

En 1994 se instaló definitivamente en Luxemburgo y desde 2003 es parte de la Memoria del Mundo de la UNESCO.

En 1954 se presenta a una de las becas de la Fundación Guggenheim, recomendado por Walker Evans, con un proyecto sobre la vida en USA. Obtiene la beca y recorrerá más de 16.000 kms, haciendo 28.000 fotografías, de las que finalmente seleccionará para el libro 83. Dio lugar a "THE AMERICANS".

Los Americanos es, por tanto, un foto ensayo que se separa del reportaje. Frank no pretende contar ninguna historia sino captar las imágenes tal y como las ve, colocando en el centro al individuo tal y como el lo ve, dándole la importancia que tiene. Pretendía capturar América tal y como él sentía que era en realidad: un hervidero de tensión y cambios. Un lugar en el que la pobreza y aislamiento abundaban, el racismo era cruel y las tensiones entre lo antiguo y lo nuevo, lo pobre y lo rico, siempre estaban presentes.

Este enfoque carga de subjetividad la imagen, pero traslada esa subjetividad al espectador. No te dice lo que estas viendo; en el libro los títulos son minimalistas, sólo descriptivos del sitio y el evento y, a veces, ni eso. Fotografía los contrastes de la sociedad en la que vive, inmigrantes, negros, mujeres, hombres, coches, carretera, bares, gramolas …

La maqueta del libro no gustó en EEUU, y nadie quiso editarlo. Primero se publicó en 1958 en Francia por Robert Delpire.

Fue muy criticado. La revista Popular Photografie le dedico 7 criticas en un solo numero y sólo una fue buena. A las criticas puramente técnicas o de estilo, básicamente por los academicistas, se unían las criticas personales (judío, suizo) en un claro ejemplo de señalar el dedo en vez de la luna.

Finalmente es Jack Kerouac, al ver las fotos, quien le abre la puerta de la edición americana al prologar el libro e iniciar su difusión en círculos académicos e intelectuales, y de ahí al resto de público.

Los expertos dicen que el libro esta dividido en varias partes, con una cierta unidad temática en cada una de ellas. El inicio de cada parte o “capítulo” sería una foto con la bandera de los EEUU.

La edición americana salió dos años después de la edición francesa. En EEUU no gustó, fue muy reseñado en prensa y revistas, pero la mayoría de las criticas eran negativas en cuanto al punto de vista fotográfico (desaliñado, sucio, enfangado) y en cuanto a lo personal, llegando a tildarse a Frank de antiamericano y antifotógrafo. El MoMA no quiso venderlo. Los americanos no querían ver que eso también era América.

A partir de la realización de este libro, Roberk Frank disminuyó mucho su trabajo fotográfico, dedicándose al diseño, al cine y al video, y en 1970 comenzó a asistir como profesor visitante a la Universidad de Yale, junto con Walker Evans.

En 1972 publica en Japón el libro “The Lines of my Hand”, que contiene fotografías no publicadas y algunas hojas de contacto de Los Americanos. Se dedicó también a la Polaroid, haciendo numerosas de estas fotos, siendo las únicas que hizo en color.

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